¿Te has preguntado a qué sabe la distancia cuando la persona que quieres/amas es la que te aleja?
¿Te has puesto a pensar, tal vez, que nunca debiste estar tan cerca de ella?
¿Te has puesto, si quiera por un momento, a pensar que la distancia no tenía ningún sentido cuando ella aún no llegaba?
¿Te has puesto a pensar que si existiese un método para evitar la distancia, habrían más corazones unidos?
¿Te has puesto a pensar que la distancia que tomes es el determinante de tus noches felices o tus días grises?
¿Te has puesto a pensar que la distancia a veces no se mide en metros o kilómetros sino en palabras y caricias?
¿Te has puesto a pensar, como quien no quiere pensarlo mucho, en quiénes no podrías aplicar una distancia, ni siquiera una distancia prudente?
¿Te has puesto a pensar que a veces esa distancia es solo para tomar impulso y con ese impulso sincronizado regresar y desaparecer esa maldita distancia?
¿Te has puesto a pensar que mañana podrías probar la distancia infinita de no volver a ver a esta persona y te quedarías ahí, en silencio, agonizando en pena porque no hiciste nada para tomar la distancia como impulso?
¿Te has puesto a pensar que hay gente que no piensa estas cosas hasta que las lee?
Si te has puesto a pensar un poco ahora, mañana, y ¡qué digo mañana!... hoy mismo podrían combatir esa distancia. La que aprisiona, la que no conlleva a nada más que el dolor, dolor puro y dolor ajeno.
Todo es como tú quieres.
Incluye la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario